El Ministerio de Educación lanzó el concurso de méritos y oposición para cubrir 399 vacantes de directores y rectores en instituciones educativas fiscales a nivel nacional, proceso que se retoma después de ocho años de inactividad.
La convocatoria, que se enmarca en el artículo 109 de la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), busca fortalecer el liderazgo y la gestión educativa en los establecimientos públicos del país. Sin embargo, aún hay algunas interrogantes sobre la elegibilidad, ya que muchos docentes no pudieron dar la prueba psicométrica y de conocimientos, sea por desconocimiento, o porque el sistema no funcionó y no fueron reprogramados. Muchos no conocían ni qué se evaluaba nos han expresado. En fin, quedan más preguntas que respuestas ¿Quiénes son los elegibles?
Se ha expresado que las plazas disponibles están distribuidas estratégicamente en las nueve zonas educativas, respondiendo a las necesidades específicas de cada región. Los profesionales seleccionados ejercerán sus funciones durante un período de cinco años. El proceso de postulación se realizará del 31 de octubre al 7 de noviembre de 2024, a través de la plataforma digital del Ministerio. ¿Por qué no se hizo el llamado a la prueba de conocimientos y psicométrica nuevamente? Responda usted. El concurso es cerrado, es decir, solo pueden participar los elegibles que se presentaron hace algunos años a la única prueba de conocimientos.
Los requisitos son tener un título de tercer o cuarto nivel en el área de la educación, registrado en la Senescyt, aprobar las evaluaciones realizadas por la entidad pública de evaluación educativa (¿las evaluaciones de conocimiento son extemporáneas?), dominar un idioma ancestral en el caso de postularse a instituciones interculturales bilingües. No estar sujeto a inhabilitaciones legales o normativas. Contar con al menos 10 años de experiencia docente en el sector público para aspirantes a rector. Contar con al menos cinco años de experiencia docente con nombramiento definitivo para aspirantes a director… En fin, la calidad educativa va mucho más allá de un concurso. Cambio y fuera.
Richard E. Ruiz