El Ecuador vive los últimos jirones de la decencia, la fuente de la juridicidad ha colapsado y sus niveles de credibilidad son nulos; la población duda del presente y un cataclismo de inmoralidades nos espera…entre la ilusión y la dura realidad.
Nuestra juventud, es la más perjudicada, pues es testigo inconforme de la peor crisis de gobernabilidad y de la más grande anarquía que hemos vivido; su futuro es incierto y desolador y, en la oscuridad del día, sólo oscuros nubarrones cobijan el cielo de la inseguridad y la desolación.
Hoy todo es violado, no hay privacidad ni respeto a los derechos individuales de las personas; el espionaje se utiliza con varios objetivos, unos, para encarnizarse en el poder mal habido; otros, para protegerse de sus principales opositores y ganarse un espacio en el mundo de la maldad y la impudicia.
Quien carece de razón… siempre tratará de imponer su propia Ley, de hacer prevalecer el poder en lugar de la justicia, y de vender su propia alma si es necesario para consolidar su ambición por el dinero, y su desmedida vanidad por el poder.
Los tentáculos de la corrupción alcanzaron todas las instituciones del Estado, no hay un lunar donde pueda acampar el último suspiro de la lealtad, sólo un álamo de vida se erige majestuoso en medio de tanta podredumbre, y en sus hojas escampa un pueblo enlodado por la miseria de sus autoridades; ¡Pancho Pueblo! luchemos para que esto cambie y para que esto suceda les deseamos: …buen viento …y buena mar.
Lenin Paladines Salvador
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