Ante la desesperación que vive el país, entre otros motivos por los apagones de luz eléctrica, que según la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha seguirán al menos hasta enero del 2025, ha propuesto al régimen implementar el “pico y placa energético”, que consiste en una jornada laboral especial para trabajar cuatro días a la semana en jornadas de 10 horas. Que el 50% de empresas trabaje de 07:00 a 17:00 de lunes a jueves y la otra mitad en el mismo horario, pero de jueves a domingo.
Otra propuesta sugiere aplicar el pico y placa energético a nivel de todo el país. Sin embargo, el presidente Noboa en cadena nacional – que no la pudimos escuchar por estar encadenados a los apagones – ha confirmado la reducción paulatina de los cortes de luz, castigándonos con una semana de horas pico y vendiéndonos la ilusión de que pronto saldremos, al menos del problema energético.
Como apagones tendremos para rato, toda iniciativa, idea o sugerencia debe ser acogida por el Gobierno si en verdad ayuda de alguna manera a palear la crisis, los apagones y la paciencia ciudadana cuya resiliencia “solo Dios sabe” hasta cuándo. Advirtiendo que las promesas de candidatos presidenciales de “no más apagones”, son puro cuento y los ecuatorianos estamos cansados de vivir del cuento nacional, que nada tiene que ver con “El cuento de la Patria” obra cimera de Benjamín Carrión, en la que sin embargo recomienda “orientar la conducción política hacia un sentimiento de confianza, de seguridad”, es decir de credibilidad, que la está perdiendo el Mandatario.
Insistimos que las propuestas y acciones de buena fe son necesarias, inclusive los reclamos y protestas, porque demuestran que estamos vivos, exigiendo, con nuestro apoyo, soluciones mediatas e inmediatas. Es que al Gobierno le conviene toda instancia recomendable, para evitar que al Ecuador se le apague la poca luz que lo ilumina.
Adolfo Coronel Illescas