Desde la eliminación del artículo referente al linchamiento mediático de la Ley Orgánica de Comunicación en el Gobierno del expresidente Lasso, el desprestigio hacia personas naturales ha empezado a proliferar a través de ciertos medios de comunicación.
El artículo 26 de este cuerpo legal, antes de ser reformado y eliminado, establecía que «el linchamiento mediático se da cuando de manera directa o a través de terceros, sea producido de forma concertada y publicado reiteradamente a través de uno o más medios de comunicación con el propósito de desprestigiar a una persona natural o jurídica o reducir su credibilidad pública».
Mientras este artículo estuvo vigente, los casos asociados al linchamiento mediático fueron considerablemente menores que los que existen actualmente. Aunque esto no significa que estuvimos de acuerdo con el carácter sancionatorio de la Ley Orgánica de Comunicación reformada, sin embargo, sí creemos en la necesidad de un mecanismo regulador que evite los excesos de los medios de comunicación y periodistas sobre las constantes agresiones a la integridad, al pundonor y a la honra de las personas.
El periodismo es una profesión que debe estar aliada al respeto y al servicio a la comunidad. Esta profesión demanda una profunda convicción ética que no permite publicar nada que no tenga sustento, sino solo lo que se puede demostrar, evitando así calumnias, venganzas personales e infamias.
Casos de linchamiento mediático tenemos por doquier a nivel local, regional y nacional en contra de autoridades de elección popular y directivos departamentales y de instituciones. Se los juzga y se los sentencia, de manera pública y mediática, como si la función del periodista fuera similar a la de un juez o fiscal.
Mientras celebramos la libertad de prensa, también debemos ser conscientes del poder que esta conlleva y utilizarlo con la responsabilidad que merece. La integridad y el respeto deben ser pilares fundamentales del ejercicio periodístico, garantizando así una comunicación sana y constructiva para nuestra sociedad.
César Sandoya Valdiviezo
cesarsandoya@hotmail.es