En un mundo en constante evolución con conflictos sociales que inciden en nuestra seguridad, perspectivas de futuro y bienestar. Nos enfrentamos a un problema común: la necesidad de adaptarnos a las demandas del siglo XXI. La tecnología, la globalización y la interconexión han transformado la forma en que trabajamos y colaboramos. Sin embargo, muchas organizaciones aún luchan por aprovechar estas oportunidades mientras enfrentan nuevos desafíos.
Un estudio realizado (UESS, 2020) da cuenta de la crisis en empresas miembros de la Cámara Nacional de Fabricantes de Carrocerías del Ecuador (CANFAC). Donde un inadecuado liderazgo, relaciones interpersonales conflictivas, talento humano “mal seleccionado” y otros problemas similares resultan en errores costosos que deterioran el clima laboral.
La solución a este tipo de problemas radica en desarrollar habilidades esenciales del siglo XXI, como la Comunicación y Colaboración. La Alianza para la Educación del Siglo XXI (ACT21S respaldada por Intel, Microsof, Cisco y más de 100 organizaciones educativas y empresariales) nos brinda un marco sólido para ello. La comunicación efectiva, que abarca la expresión clara de ideas y la escucha activa, es la clave para reducir malentendidos y fomentar la colaboración eficaz.
La colaboración, por su parte, permite a los equipos superar desafíos de manera más eficiente y aprovechar el potencial único de cada miembro. Esto genera un ambiente de trabajo motivado y comprometido, lo que, a su vez, mejora la retención de talento y reduce los costos asociados con el reclutamiento y el entrenamiento. Entonces, ¿cómo podemos aplicar estas soluciones en nuestras organizaciones? Invirtiendo en el desarrollo de estas habilidades esenciales de nuestros colaboradores. Proporcionemos capacitación en comunicación efectiva y fomentemos la colaboración en equipos multidisciplinarios.
Marlon Tandazo Palacio
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