La normativa jurídica en el Ecuador establece deberes y responsabilidades para los ciudadanos, con la finalidad de orientar actitudes cívicas que denoten proactividad, participación, empoderamiento, empatía, pulcritud y sobre todo honestidad para el desarrollo de actividades de interés público en el marco de la democratización de las relaciones entre instituciones u organizaciones del Estado y la ciudadanía.
En el país, pero de manera particular en Loja, hemos observado con mucha atención como ciertos sectores esgrimen mecanismos de participación que promueven la crítica destructiva como una forma de exigir sus derechos, incluso pasando por encima de sus deberes y obligaciones como ciudadanos. Entonces me pregunto: ¿su participación ciudadana sobrepasa sus derechos?, ¿sus derechos están por encima de sus deberes?, ¿estos ciudadanos conocen sus obligaciones?, ¿su participación tiene interés electoral? No obstante, también existen falencias en la institucionalidad estatal, por ello es pertinente preguntarse: ¿es efectiva la participación ciudadana de los empleados públicos?, ¿los ciudadanos más preparados (moral y técnicamente) están ocupando puestos públicos?
Entonces, la verdadera participación ciudadana debe ir más allá del cumplimiento de leyes y normativas, para lo cual se requiere la aplicación de mecanismos que permitan la formación e instauración de valores en la conciencia colectiva de las nuevas generaciones, para generar un cambio positivo en su forma de participar.
Benjamín Ludeña Guamán
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