El Ecuador político, ha suscrito algunas páginas que han trascendido la historia, en su consolidación como una nación independiente. “El Federalismo”, “Las Cruces sobre el agua” y el interinazgo de Isidro Ayora Cueva, por señalar tres hechos relevantes de nuestra historia política; son procesos de transición que han señalado una ruta de reivindicación y cambio de rumbo hacia el progreso y adelanto de nuestro pueblo.
Nuestro país ha avanzado paso a paso, quizá muy lento y sin un norte definido en relación al crecimiento social, económico y político. Mas allá de los años de dictadura, la política ha tenido grandes decepciones y muchos traidores. Simón Bolívar respecto de los gobiernos de transición decía: […] “El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política.” […] Quien nos dé seguridad, nos dará felicidad; quién nos dé seguridad social, nos dará esperanza de vida; y, quien nos dé gobernanza, nos enseñará a hacer política de verdad.
La juventud actual ha percibido claramente el desorden gubernamental y la falta de estructura del estado; hasta ahora han sido observadores externos de una destrucción que no tienen la intención de continuar; menos aún, ser los panteoneros de partidos políticos en franca decadencia. Dice Phillip Crosby: […] “El desierto de las organizaciones está cubierto por los huesos de quienes creyeron saberlo todo y dejaron de aprender.” […] El nobel pensamiento político empezó a marcar la ruta del cambio hacia un Ecuador diferente, un país conducido por la sabia nueva que irrumpe irreverente ante el pensamiento anquilosado de los politiqueros de siempre. Este quince de octubre, más allá de los resultados electorales, contemplaremos jubilosos la respuesta de una juventud que despertó al SOS que le formuló de hinojos este barco ecuatoriano que, encallado en la corrupción, la delincuencia política organizada y el narcotráfico internacional… le dijo presente. Hoy empieza una nueva travesía, un nuevo rumbo nos espera en alta mar, y en el corto tiempo de navegación, seguramente, nos conducirá hacia el puerto del cambio, la dignidad y la prosperidad de la patria; para que esto suceda les deseamos: …buen viento… y buena mar.
Lenin Paladines Salvador
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