En un mundo donde la digitalización avanza a pasos agigantados, las experiencias presenciales siguen teniendo un valor incalculable. Recientemente con mi esposa, mi hijo Emi y yo visitamos el restaurante El Mexicano en Vilcabamba, a unos 40 km de Loja. Esta experiencia nos recordó la importancia del trato cercano y personalizado. Desde el ambiente auténtico, con catrinas, música ranchera, sombreros de charros, hasta los retratos de Frida Kahlo y Emiliano Zapata, cada detalle contribuyó a una colección de recuerdos memorables. Saber que las lechugas y otros vegetales de los platos son cultivados en la propia granja ecológica de Raúl y Lili, los creadores de El Mexicano, hace que cada bocado sea aún más delicioso. La frescura y calidad de estos ingredientes elevan la experiencia gastronómica a otro nivel.
Como consultor y profesor de marketing y comunicación estratégica, siempre recalco a mis estudiantes la necesidad de crear experiencias significativas para los clientes. En un mercado saturado, la diferenciación a través del servicio al cliente puede ser la clave para generar recompra y referencia. El Mexicano no solo ofrece auténtica comida mexicana deliciosa, sino una experiencia completa que hace que los clientes deseen volver. Les recomiendo los camarones a la diabla o los tacos al pastor, son una verdadera delicia. Y ubicarse con el cerro. Mandango como fondo es realmente épico.
Enseñar a futuros profesionales a entender y aplicar estos conceptos es crucial. La tecnología es una herramienta poderosa, pero al final del día, las relaciones humanas y las experiencias positivas son lo que realmente construyen lealtad y satisfacción. La próxima vez que piensen en estrategias de marketing, recuerden que cada interacción cuenta y que la autenticidad y el servicio al cliente pueden ser su mayor ventaja competitiva.
Marlon Tandazo Palacio
www.marlontandazo.com