Tras un año de gestión, en redes sociales, el gobierno muestra un Ecuador que existe solo en la propaganda, el presidente manipula las cifras, miente y busca reposicionarse. Los apagones por la incompetencia del régimen afectan a los ecuatorianos, hasta el momento el Ecuador vive 79 días de apagones de hasta 12 horas diarias.
La mayoría de la población percibimos que estamos ante un gobierno incapaz y mentiroso, más de 5.5 millones de personas están sin empleo, 120.000 ecuatorianos salieron del país, un estudio sobre la migración señala que 1.200.000 ecuatorianos anhelan migrar del país, particularmente la juventud. Por la crisis energética se perdieron más de 60.000 empleos.
Simultáneamente, el costo de la vida sube, la canasta familiar en el mes de octubre costó 805 dólares, en las ciudades de Quito y Cuenca cuesta más. Subió la gasolina, el IVA, sacrificó la economía ecuatoriana en beneficio de los grandes grupos empresariales y del FMI. La gente compra menos, las empresas venden menos, la recaudación del IVA no es la proyectada, aumentó el endeudamiento de la gente, la tasa de morosidad llega al 9% en las cooperativas y en los bancos el 5%.
El plan Fénix no existe. La seguridad sigue siendo una preocupación de la gente, el Bloque de Seguridad reconoció que pasamos las 6.000 muertes violentas, que octubre fue el mes más violento del año, las extorsiones y los secuestros se dispararon. No hay paz, siguen las masacres en las cárceles, la violencia crece en Manabí y Durán.
Y como cereza del pastel, la crisis energética no se resuelve, continúan los apagones gracias al gobierno incapaz, indolente y mentiroso. Noboa en su narrativa dice que es por la sequía, cuando sabemos que no hizo inversiones a tiempo para enfrentar el estiaje. Cual caretuco hizo un anuncio que en diciembre se terminan los apagones, y éstos continúan. Mazar está a punto de colapsar. Hay un alivio por las lluvias en el nororiente, Colombia nos vende energía, pero no satisface. Lo cierto que este malestar continuará y la población está enardecida.
Las próximas elecciones son un termómetro para Noboa y de seguro la población pensante no le dará el voto de confianza.
Remo Cornejo Luque