El licenciamiento fue el último jueves en las instalaciones del fuerte militar Miguel Iturralde.
La misión se cumplió con éxito y los 343 conscriptos, de la leva 2004, segunda llamada, que hace 12 meses se enrolaron al Servicio Militar Cívico y Voluntario, el jueves 5 de septiembre de 2024, egresaron de las unidades militares de la ciudad y provincia de Loja y del cantón Chinchipe, de la provincia de Zamora Chinchipe, y se licenciaron como soldados de reserva.
En el fuerte militar Miguel Iturralde, el último jueves, la Brigada de Infantería Motorizada Número 7 ‘Loja’ realizó la ceremonia militar de licenciamiento de los conscriptos quienes juraron ante el altar de la Patria la entrega total a los intereses más nobles de la nación en tiempos de paz y de conflicto, para salvaguardar la seguridad interna y externa de la frontera ecuatoriana.
Defender a la Nación
Guillermo Cobos Gallegos, con rango de coronel, comandante de la Brigada de Infantería Motorizada Número 7 ‘Loja’ (e), destacó el aplomo de los 343 ciudadanos que se incorporaron a la Fuerza Terrestre para capacitarse y estar en condiciones de defender al país cuando este lo requiera y a través de su trabajo apoyar al desarrollo de la región fronteriza, en especial la del sur.
“Está actividad demanda sacrificio, carácter y disciplina, pero, también, proporciona grandes satisfacciones, de ahí que todos podemos mirar en los rostros de este grupo de jóvenes la satisfacción y el orgullo que sienten al lucir el uniforme de campaña” razonó Cobos Gallegos, quien agradeció a los padres de familia por haber confiado sus hijos al Ejército ecuatoriano.
‘Ayudamos a comunidad’
Durante la ceremonia de licenciamiento se felicitó a los ahora soldados de reserva y se destacó a los mejores: Antony González, Ludwin Oviedo, Cristopher Pinzón, Anyer Meza y Freddy Moreno, de las diferentes unidades militares, de la Brigada de Infantería Motorizada, por sobresalir durante su preparación y cumplir con ahínco el servicio militar cívico y voluntario.
El soldado de reserva Crístopher Pinzón intervino en representación de sus compañeros y agradeció a los oficiales y voluntarios. “Nos llevamos todas las experiencias marcadas en el corazón que fortalecen nuestro espíritu de soldados y como olvidar la ayuda humanitaria que brindamos a la comunidad en las catástrofes presentadas” razonó el conscripto.
PARA SABER
Los conscriptos juraron ante el altar de la Patria la entrega total a los intereses más nobles de la nación en tiempos de paz y de guerra.