Dolor por deceso de la joven profesional lojana, Ana Gabriela Castro Reyes

Falleció tempranamente el último sábado. Laboró en el hospital del IESS-Loja. Como psicóloga clínica aportó significativamente durante la pandemia.

Se caracterizó por su amor incondicional y respeto a las mascotas.

Un hondo pesar hay en la ciudadanía lojana, tras conocer el deceso de Ana Gabriela Castro Reyes, profesional de la Psicología Clínica, a los 28 años. Sus familiares, amigos, allegados, excompañeros de estudios y de trabajo lamentan su temprana partida, suscitada el último sábado, 26 de febrero de 2022.

Unidad familiar

Nacida el 1 de abril de 1993, creció en un cálido ambiente, con fuerte unión familiar. Su padre, madre, hermanos, sobrinos, fueron la razón de su vivir y fuentes de inspiración para su superación académica.

Estudió en la escuela Zoila Alvarado de Jaramillo; en el colegio Daniel Álvarez Burneo, de Loja, destacándose como excelente alumna, compañera y amiga, graduándose en la especialidad de Químico-Biológicas; los universitarios, en la Universidad Nacional de Loja (UNL), siendo la mejor egresada de la Carrera de Psicología Clínica, promoción 2011-2016.

El internado rotativo lo cumplió en el hospital Carlos Andrade Marín, del Seguro Social, en Quito.  Luego ingresó a la maestría en Psicología mención Intervención, en la Pontifica Universidad Católica del Ecuador- Ambato, donde estuvo a punto de disertar su tesis y graduarse. Recientemente había postulado y sido aceptada para cursar una especialización en Psicología Laboral en la Universidad Internacional SEK.

Servicios profesionales

La hoy decesada laboró en el hospital de Yantzaza, en Zamora Chinchipe, así como en ancianatos, en el Municipio y en su consultorio particular, vinculándose luego al hospital Manuel Ygnacio Monteros del IESS, de Loja, donde laboró, a partir del 15 de octubre de 2020, hasta el día de su muerte.

En el ‘Manuel Ygnacio Monteros’ brindó su apoyo psicológico a todo el personal médico, enfermeras, auxiliares de enfermería y funcionarios de todos los servicios de esa casa de salud pública, lo cual permitió que la atención a la comunidad fuera integral y de calidad, en un momento que la pandemia del coronavirus golpeaba al mundo.

Los compañeros del hospital la recuerdan por su gran sentido de amistad, amor incondicional y respeto a las mascotas, así como por su vocación por ayudar al más necesitado, todo de manera incondicional.

Asimismo, destacan su belleza que dio paso a que representara en actos sociales, deportivos y culturales del hospital del Seguro Social, donde también colaboró en innumerables actos como maestra de ceremonias, presentadora, madrina de deportes y hasta como Mamá Noel, en el Pase del Niño, en la última Navidad.

Su belleza le permitió que participara como representante en actos sociales, culturales, deportivos.

‘Una persona noble’

Ana Cristina Valarezo Luzuriaga, su compañera de aula en el colegio Daniel Álvarez Burneo, con evidente nostalgia, la evoca a “Anita o Gaby como una persona noble, sincera, leal y sumamente humana, con un corazón dedicado al amor de su familia y amigos, una vocación de servicio absoluto a través de su profesión y una mente brillante determinada a la superación constante”.

Con Ana Cristina Valarezo, en el ´Daniel Álvarez’, fueron compañeras de banca en octavo, noveno y décimo años, separándose en el bachillerato, en razón que ‘Gaby’ optó por Químico-Biológicas y “yo Contabilidad, pero fuimos amigas y salíamos a los recreos juntas y luego de clases por la amistad que forjamos en el básico”, recuerda.

Ana Gabriela (izquierda), junto a Ana Cristina, en uno de los recreos del ‘Daniel Álvarez Burneo’.

Dice que, más allá de sus competencias académicas y profesionales, fueron “su carisma y humanidad, empatía por los demás, sinceridad, generosidad y una capacidad infinita de amar a las personas y los animales…”.

‘Dibujar una sonrisa en el corazón’

Acota que “Anita tuvo la sensibilidad que se necesita para hacer suyo el dolor ajeno y un corazón lo suficientemente noble como para movilizar todos sus esfuerzos hasta lograr sanar ese dolor, calmar la angustia, aligerar la carga y dibujar una sonrisa en el corazón del otro”, precisa Ana Cristina Valarezo.

LA VOZ

Anita siempre amó con entrega completa y sin reservas… supo amar la vida”,

Ana Cristina Valarezo, compañera del ‘Daniel Álvarez Burneo’

Tuvo un gran sentido de amistad, amor incondicional y respeto a las mascotas”,

Compañeros del hospital Manuel Ygnacio Monteros

CLAVE

El homenaje en vida se realizó el sábado 26 de febrero de 2022, a las 18:00.