“La culpa es de…” es una frase común, pero también una de las trampas más profundas de la mediocridad. No porque ser mediocre signifique ser promedio, sino porque implica renunciar…
“La culpa es de…” es una frase común, pero también una de las trampas más profundas de la mediocridad. No porque ser mediocre signifique ser promedio, sino porque implica renunciar…