La presencia de las primeras lluvias en el suroccidente de la provincia de Loja ha generado preocupación entre los habitantes, debido a que muchas vías aún permanecen afectadas por los estragos del invierno anterior, cuyos daños no han sido reparados por las autoridades competentes.
Durante el reciente feriado se registraron precipitaciones en los cantones Puyango, Pindal, Celica y Zapotillo, lo que encendió las alertas ante el deficiente mantenimiento de las principales carreteras. En varios tramos se evidencian acumulación de escombros en las cunetas, tierra y piedras que obstaculizan un carril, además de baches y huecos que dificultan la circulación vehicular.
La llegada anticipada de las lluvias debe considerarse una advertencia para las instituciones responsables del mantenimiento vial. Esperar a que el invierno se instale completamente para intervenir sería un error que podría derivar en mayores daños e incomunicación de comunidades enteras, como sucedió con el invierno anterior cuando la gente tuvo que utilizar rutas alternas para llegar a su destino.
La falta de mantenimiento en las vías del suroccidente lojano preocupa a la población, pues podría dejar aislada a esta zona del resto de la provincia y de la vecina El Oro. El tramo Alamor–Puente Puyango–El Tigre es uno de los más críticos, ya que continúa seriamente afectado por las secuelas del invierno pasado, incluso hay partes donde prácticamente la circulación vehicular pende de un hijo.
Según expertos, si no se ejecutan trabajos preventivos de manera inmediata, las lluvias de la nueva temporada podrían provocar desprendimientos de calzada, lo que obligaría a los transportistas de servicio público, conductores de vehículos particulares y viajeros a utilizar rutas alternas como Velacruz y Las Chinchas, lo que incrementaría notablemente los tiempos y costos de traslado.
César Sandoya Valdiviezo
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