Cada día crece en importancia hablar sobre la participación política de los jóvenes, sobre todo, tras probarse y salir triunfantes de los escenarios electorales como es el caso mismo de nuestro presidente, sus asesores y personal cuyo trabajo comprende la toma de las decisiones más importantes del país. En los últimos años, hemos sido testigos de un creciente interés y activismo por parte de las nuevas generaciones en el ámbito político. Este fenómeno no solo es alentador, sino también vital para la renovación y dinamismo de nuestra democracia que por años se ha visto afectada seriamente por cuadros obsoletos en ideología y prácticas políticas.
Además, la juventud nos ha demostrado con su activismo en redes sociales estar profundamente preocupada por temas que hasta ahora habrían sido rezagados como la justicia social, el cambio climático, la educación laica y de calidad y la igualdad de género. Además, de otro tipo de corrientes que pueden comprender temas de inclusión, innovación y políticas laborales de vanguardia. Si bien los desafíos son los mismos que siempre, han sido estos mismos desafíos aquello que distancia esta etapa política de la anterior, por ejemplo, la desconfianza de los partidos tradicionales forzara a la creación de nuevos cuadros ajenos a promesas y a la par de ideologías específicas.
La energía, creatividad y visión de los jóvenes son recursos importantísimos para enfrentar los retos actuales del Ecuador. Apoyar y facilitar su participación no solo es un deber cívico, para las generaciones anteriores sino también una inversión en el futuro democrático de nuestra nación.
Darío Xavier Alejandro Ruiz
darioalejandro9@gmail.com