‘No asumir, no juzgar y no actuar en consecuencia’

En las ciudades pequeñas todos nos conocemos o al menos creemos conocernos; vemos a la vecina en el super, al compañero en el trabajo, al joven que pasa por la plaza y por solo un gesto, una palabra, un rumor o circunstancia, solemos construir una historia completa sobre su vida sin contar con toda la verdad, cayendo en el mal hábito que normalizado nos hace actuar en consecuencia, dividiendo, lastimando y creando un problema al dar por hecho, algo que a nuestro parecer es real, para de forma automática juzgar o etiquetar con prejuicios que limitan la manera en que miramos al otro, basados muchas de las veces en ideas equivocadas que solo dañan relaciones, cierran puertas y rompen la confianza, que tanto valoramos en comunidades pequeñas como la nuestra; sin embargo siempre hay un camino distinto, constructivo y positivo, que es preguntar antes de suponer, entender sin juzgar y empatizar antes de actuar y en lugar de ver las diferencias como amenaza, verlas como oportunidades.

Como personas conscientes, recordemos que vivimos en donde la cercanía es inevitable y quizá por eso contamos con la fortuna de poder elegir cómo relacionarnos, dejar de lado los prejuicios para practicar la escucha activa, convertir el dialogo y la comprensión en fuerza, para respetar las diferencias y la historia que cada persona tiene, motivándonos siempre en lograr una mejor convivencia, sin evadir sus luchas y con la disposición de seguir cumpliendo sueños.

Talía Guerrero Aguirre

talia.guerreroa@hotmail.com

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