Durante la presencia de la Virgen del Cisne en la Catedral de la ciudad de Loja, se llevó a cabo la ceremonia de consagración de niños. Este acto es una tradición católica que sigue al rito del Sacramento del Bautismo en honor a la Madre de Dios. Su propósito es solicitar la intercesión de la Santísima Virgen María en favor del nuevo miembro de la Iglesia, para que le asista y proteja en todos los aspectos de su vida.
En esta ocasión, un total de 200 niños fueron consagrados en la advocación de la Virgen María bajo la advocación de El Cisne. Esta actividad fue organizada por la parroquia eclesiástica El Sagrario.
El evento comenzó con una pequeña peregrinación de los niños y sus familias por las calles cercanas a La Catedral. Todos los niños vestían de blanco, algunos llevaban flores y otros portaban imágenes.
La misa fue presidida por Monseñor Walter Heras Segarra, quien enfatizó la importancia de cuidar y guiar a los niños en su fe, fomentando el amor por Cristo y María. “Este amor se cultiva cuando los padres transmiten su confianza en Dios en los momentos cotidianos, tanto en los pequeños como en los grandes eventos de la vida”, agregó.
Posteriormente, los niños recibieron la consagración con la bendición de las medallas que portaron. En el altar, ofrecieron flores y cartas que fueron depositadas en un jarrón, mientras recibían las medallas de manos del párroco del Sagrario, el Padre William Arteaga, y de Monseñor Walter Heras.
CLAVE
Los participantes tuvieron un proceso formativo de tres semanas.