Imaginen un Ecuador donde los premios Nobel de Economía se nacionalizan y asumen el control del gobierno: Daron Acemoglu, Claudia Goldin, Ben Bernanke. A pesar de sus brillantes ideas, enfrentan una feroz resistencia de los grupos de poder, que utilizando trolls y fake news pretenden desprestigiarlos. La población está dividida: algunos ven con esperanza la llegada de estos genios económicos, mientras otros desconfían de sus palabras “rebuscadas” como PIB o bienestar.
Los Nobel intentan implementar reformas innovadoras, pero se topan con un muro de burocracia y corrupción. Los medios de comunicación sensacionalistas no ayudan, enfocándose en titulares triviales y escándalos de farándula. Claudia Goldin promueve la igualdad de género en el mercado laboral, pero enfrenta ataques políticos solo por ser mujer. Ben Bernanke propone medidas para estabilizar la economía, solo para ser acusado de «comunista». Daron Acemoglu lucha por fortalecer las instituciones, pero descubre la influencia de operadores políticos que incluso han colocado ministros.
En conjunto, buscan disminuir la desigualdad, pero se encuentran con una población que, se cree rica a pesar de no tener ni pleno empleo. Protestan por impuestos a los bienes de lujo y los critican en redes creyendo saber más de economía que ellos.
Finalmente. agotados y frustrados reflexionan sobre la necesidad de estudiar psicología mientras enfrentan protestas xenófobas que buscan deportarlos del país por haber logrado una mejora en la calidad de vida.
Santiago Ochoa Moreno
wsochoa@utpl.edu.ec