La falacia lógica

Arrastrados por la pandemia y la cuarentena hemos llegado hasta aquí, a un escenario impensado meses atrás, aeropuertos cerrados, bolsas de valores colapsadas, sector turístico destruido, compañías quebradas, petróleo con precios risibles y la economía mundial prácticamente al borde del colapso, todo esto resumido en pérdida de empleo y aumento lacerante de la pobreza.

Mafalda decía: “Paren al mundo que me quiero bajar”, claro, se refería al mundo de antes, aquel mundo insufriblemente desigual, el de la globalización,  el de las corporaciones, el del consumismo, aquel que priorizaba el crecimiento económico y del cual no solo Mafalda deseaba bajarse, sino, unos cuantos más deseaban hacerlo.

Pero a veces los deseos nos pueden jugar una mala pasada, y este frenazo de la economía mundial es un claro ejemplo, queríamos acabar con el consumismo, pues listo, el consumo  se derrumbó a su mínima expresión, aun así, nos atemoriza volver a desempolvar nuestras vidas, pues el miedo que las fake news pandémicas han sembrado en las personas tardarán  mucho en superarse.

Aun cuando una fake new es algo grotesco y que puede ser rebatido, la falacia lógica tiene una apariencia mucho más coherente y por tanto mucho más difícil de combatir, sobre todo si su mensaje está acorde a nuestros sesgos, prejuicios y miedos.

La cuarentena total fue un ejemplo claro de esta falacia lógica, todos encerrados cuidando la vida, la economía a segundo plano, quien  podía atreverse a decir lo contrario, esto a pesar que somos un país donde la población dedica más de la mitad de su tiempo vital a trabajar.

Personalmente creo que la lección debe ser asumida y aprendida, a veces los expertos solo asustan a los gobiernos, y los gobernantes se cuidan mucho de la opinión pública, finalizó recordando que las amistades, los amores y las sociedades se conocen en la dificultad, “el talento se forja en la calma y el carácter en la tempestad”, Goethe.