La depresión sonriente es un tipo de depresión en la que la persona disimula su descontento emocional detrás de un aspecto feliz y funcional. El estrés, la presión social o los traumas no resueltos podrían ser algunos de sus motivos. A diferencia de la depresión clásica, cuyos síntomas son más evidentes, las personas que sufren de depresión sonriente tienden a enmascarar su malestar manteniendo una apariencia funcional y alegre.
Esta circunstancia es peligrosa, ya que puede obstaculizar que el individuo busque ayuda y, por lo tanto, aumentar la probabilidad de un deterioro emocional. Algunas de las razones más frecuentes de este trastorno incluyen:
– Expectativas culturales y sociales
– Estigmatización de la salud mental
– Personalidad perfeccionista
– Temor a ser rechazado o a convertirse en una carga emocional.
– Elementos genéticos o biológicos
– Entre los síntomas más comunes de la depresión sonriente
Es una condición difícil de detectar, ya que quienes la padecen suelen ocultar su sufrimiento bajo una apariencia de normalidad o felicidad. Sin embargo, hay ciertos síntomas característicos que pueden ayudar a identificarla:
– Fachada de felicidad: la persona parece estar bien o incluso feliz. Mantiene una actitud positiva en situaciones sociales, laborales o familiares, sonriendo y bromeando con frecuencia.
– Cansancio extremo: a pesar de su comportamiento alegre, las personas con depresión sonriente suelen sentir una profunda fatiga física y mental.
– Desconexión emocional: aunque proyecten una imagen alegre, pueden sentirse emocionalmente distantes o desconectadas de las personas que las rodean.
– Baja autoestima: en privado, pueden experimentar sentimientos profundos de inutilidad, fracaso o insuficiencia.
– Irritabilidad: aunque pueda parecer serenos o amables la mayor parte del tiempo, es común que experimenten episodios de irritabilidad. – Funcionamiento excesivo: las personas con depresión sonriente suelen ser funcionales y productivas.
Luis Fernando Pilco Peñaherrera
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