El 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer en la Ciencia, una fecha que destaca el papel fundamental de las mujeres en el avance del conocimiento y la tecnología. Aunque históricamente su contribución ha sido subestimada y poco reconocida, incluso en la actualidad, su impacto ha sido innegable y transformador. A lo largo de los años, las mujeres han enfrentado numerosos obstáculos para acceder y destacar en campos científicos, pero su perseverancia y talento han dejado una huella imborrable.
Desde pioneras como Marie Curie, quien ganó dos premios Nobel en diferentes disciplinas científicas (Física y Química), Katharine Blodgett, inventora de los cristales anti-reflectantes, hasta figuras contemporáneas como Jennifer Doudna, codesarrolladora de la tecnología CRISPR para la edición genética, entre muchas otras, las mujeres han demostrado una y otra vez su capacidad para liderar y revolucionar la ciencia. Sin embargo, a pesar de estos logros, las mujeres continúan representando solo un tercio de la comunidad científica mundial.
Es responsabilidad de todos, especialmente del género masculino, contribuir a la disminución de estas inequidades. Fomentar un entorno inclusivo y equitativo en la ciencia no solo beneficiará a las mujeres, sino que también enriquecerá el campo científico en su totalidad, impulsando descubrimientos y avances que mejorarán la vida de todos. Por un mundo mejor, busquemos disminuir las inequidades de género.
Santiago Ochoa Moreno
wsochoa@utpl.edu.ec