Según Alba Cardalda, nuestras emociones básicas se dividen en seis categorías: alegría, tristeza, miedo, asco, rabia y sorpresa. De estas, solo una es agradable, cuatro son desagradables y una es neutral. Esto sugiere que nuestro cerebro está más preparado para identificar peligros que para reconocer momentos de felicidad. Sin embargo, es fundamental poder reconocer esos momentos de alegría y disfrutarlos.
Marian Rojas Estapé dice que «la felicidad no se define, se experimenta» y, por ello, debemos entender qué nos causa alegría y no dejar que otros aspectos de la vida lo opaquen. Rojas Estapé también señala que, dadas nuestras actividades diarias, el estrés puede estar presente y hay que lidiar con él. Algunas personas pueden volverse adictas al cortisol, la hormona del estrés, y no disfrutar de los momentos alegres. Estas personas tienden a justificar su estrés en lugar de buscar aliviarlo. Cuando se molestan, justifican su enojo y evaden resolver problemas porque están acostumbradas a la sensación de estrés, y los momentos alegres no saben cómo manejarlos.
La clave para romper este ciclo es gestionar nuestras emociones de manera efectiva, reconocer el estrés y tomar medidas para aliviarlo, y enfrentar nuestros errores buscando soluciones. No siempre podemos estar alegres, pero tampoco debemos estar de mal humor. En un mundo que va a prisa, busquemos ser felices, aunque sea por capricho.
Santiago Ochoa Moreno
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