El camino a la libertad

La libertad debemos conservarla desde la luz del primer día de la vida, hasta el último aliento de nuestra existencia; aquello puede representar un camino largo y espinoso, pero juntos debemos recorrerlo con denuedo e ilusión; igual o mejor como sucedió este domingo once de abril que triunfó la libertad.

Sin libertad… no hay vida, no hay esperanza, no existe paz ni sosiego para el alma. Se vive en la medida en la que hemos aprendido a ser libres, pero se muere cada instante que dejamos de luchar por nuestra libertad. La democracia auténtica, es un camino que nos permite alcanzar libertad, orden, prosperidad y también se convierte en el vínculo majestuoso de la unidad y paz colectiva.

Para alcanzar una vida plena, hay que buscar la libertad juntos, sin rencores ni divisiones de ninguna clase; todos debemos hacer nuestro mejor esfuerzo para no doblegarnos ante la opulencia del politiquero de turno, ante los desenfrenos del poder y menos aún ante la fatuidad del poder del dinero que corrompe y amordaza el pensamiento.

La humildad siempre será un referente de la grandeza popular, de la sencillez con la que vivimos la gran mayoría de ecuatorianos, un mendrugo de pan no significa debilidad, quizá desigualdad, pobreza y opresión, pero al margen de esta realidad, el pueblo resiste, enfrenta, disiente y lucha por su libertad; para que esto se mantenga en el tiempo les deseamos: …buen viento …y buena mar.

Lenin Paladines Salvador           

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