Dos empates con sabor a nada

En acatamiento a la fecha FIFA, dos partidos amistosos dispuestos por el máximo organismo del fútbol mundial, con miras al Mundial 2026, la selección del Ecuador se enfrentó el jueves 9 de octubre a Estados Unidos, Q2 Stadium, Austin, con empate a un gol por bando. Enner Valencia anotó para la tricolor. El martes 14 rivalizó con México en Guadalajara, obteniendo otro empate similar. Según Beccacece, adiestrador de la Tri, nuestra selección “Ante México, jugó muy pero muy bien”; posiblemente, vio otro partido.

Con méritos, pero sin convencer, nuestra selección clasificó segunda en las eliminatorias sudamericanas, detrás de Argentina, gracias a que tiene una sólida defensa, porque en los otros bloques: medio sector y delantera, nuestra selección carece de solvencia y personalidad. Por suerte, aún tenemos a Enner Valencia como referente ofensivo que ha marcado goles para obtener resultados cruciales, porque los demás jugadores que el argentino manda como delanteros, no tienen capacidad, apareciendo de vez en cuando algún afortunado para anotar.

De lo ofrecido por la Tri en los partidos FIFA, es como para ponerse nerviosos pues, lejos de ver a una selección que maneje criterios tácticos y técnicos, lo que se vio son severos errores, sobre todo en su fuerte, la defensa, tanto frente a Estados Unidos, cuanto frente a México. Aquella táctica de salir jugando arquero-defensas, es arma de doble filo, puede atraer al rival para propiciar un contragolpe, o se puede fallar como lo hizo Vite ante los aztecas que anotaron a través de   Berterame a los 2 minutos. Quizá lo meritorio es que, aún jugado un fútbol desorientado, es que la Tri no baja los brazos y Valencia al minuto 20 propició la jugada del penal que Alcívar convirtió en el gol de la igualdad que persistió hasta el final.

Quizá lo destacado, aparte de Valencia, fue la presencia de Yeboah, atacante veloz y técnico que se afana en poner peligro en el área rival; igual, ver a un Kendry Paéz que cada ocasión se afianza. La preocupación está latente porque, ver a nuestra selección jugar a nada, nos causa enorme desazón. La FEF aún está a tiempo: Beccacece debe dejar el cargo.

Darío Granda Astudillo

dargranda@gmail.com

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