El Presidente Noboa nos ha planteado en la pregunta “D” […] “se convoque e instale una Asamblea Constituyente…para elaborar una nueva Constitución.”[…] por tanto, los Asambleístas Constituyentes están obligados a respetar los instrumentos internacionales que han sido suscritos por el Estado ecuatoriano; entre ellos: la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) la cual fue creada luego de la Segunda Guerra Mundial para garantizar los derechos fundamentales de todas las personas, entre los que se destacan: derecho a la vida y la libertad; derecho a la educación; a la salud; derecho a la seguridad social; derecho al trabajo; entre otros.
Además, hemos suscrito los siguientes tratados internacionales: El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; Convención Americana de DD HH (Pacto de San José). Los cuales garantizan que los derechos de los ciudadanos deberán ser respetados y no existirá regresión de los mismos por la aplicación del principio PRO HOMINE. Este principio se ubica en la categoría de los derechos humanos, ya que estos son prerrogativas que se han otorgado a todo sujeto que tenga la condición de ser humano, a fin de que se desarrolle plenamente en sociedad. El principio pro homine, se encuentra incorporado en múltiples tratados internacionales, por lo que se le considera un criterio hermenéutico que coincide con el rasgo fundamental de los derechos humanos, por virtud del cual debe estarse siempre a favor de la persona e implica que debe acudirse a la norma más amplia o a la interpretación extensiva.
Finalmente, el 8 de diciembre de 2020, el Ecuador se convirtió en el primer país del mundo en ratificar los 27 convenios internacionales que la Sección de Tratados de Naciones Unidas considera como de derechos humanos. El hecho se produjo luego de que la Misión Permanente del Ecuador depositara el instrumento de adhesión a la “Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad”, ante el Secretario General de Naciones Unidas, en Nueva York. Esta Convención obliga a adoptar medidas para evitar que prescriba la acción penal o la pena respecto a crímenes de guerra y de lesa humanidad. Estos principios y tratados garantizan que la nueva Constitución no viole los derechos que hemos alcanzado; para que esto suceda les deseamos: …buen viento …y buena mar.
Lenin Paladines Salvador
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