En 2019, Josefina Tunki se convirtió en la primera mujer en presidir el Pueblo Shuar Arutam (PSHA). Muy lamentablemente para ella, también se convirtió en la presidenta que más crisis ha tenido que sortear. Y es que el territorio del PSHA que comprende 230.000 hectáreas, en su mayoría ha sido entregado a empresas extranjeras para que exploten sus minerales. Canadá, Australia y China, en un nuevo tipo de colonización, se han repartido este territorio, sin ningún tipo de consulta o negociación con las personas que viven ahí.
Josefina que defiende a su gente y a su tierra, de repente, se convirtió en una criminal en su propia patria. “Si siguen molestándome…una cabeza de estas tendremos que degollar”. Son las palabras extranjeras que han intentado frenar la lucha de Josefina. Muy lamentablemente para el PSHA, no solo deben luchar contra empresas foráneas, sino que esas empresas tienen fuertes aliados en el propio Estado.
En 2013 Contraloría había recomendado revertir concesiones a la empresa china EXSA, pero tanto el ministerio de Ambiente como el de Minas, no obedecieron estas recomendaciones y aún más, ocho años después la Contraloría, ahora acusada de hacer desaparecer glosas, también hizo desaparecer su propio informe.
Con lo que no contaban, tanto las empresas que pretenden repartirse el territorio ecuatoriano, como las instituciones de gobierno que han fracasado en proteger a su propia gente, es que Josefina Tunki no se cansa de caminar. Ya ha solicitado una audiencia con el nuevo gobierno y seguirá caminando por el bien de su gente y de sus tierras.
Algún día, todos sabremos lo mucho que le debemos a esta lideresa.
Alex Samaniego
@AlexSMA21