Cien años de Piazzolla

A finales del siglo XIX surge un género apreciado en el mundo, por su ritmo característico, su contenido sanguíneo, y su baile de salón con un juego de pasos acrobáticos y requiebres del cuerpo, estéticamente bello y seductor, que provoca ese choque de miradas profundas hilvanando mil palabras. Como el propio Piazzolla manifestara, el ritmo del Tango “es rígido en su estructura, hay que ser un genio para componer su música e incluso para tocarlo”. De ahí que si hablamos de la calidad musical del Tango, basta con mencionar a Astor Piazzolla, quien logró la fusión entre el tango tradicional, la música clásica y el jazz. Es así como este genio del Tango, nacido un 11 de marzo de 1921 en Mar del Plata, revolucionó la música popular de Buenos Aires, rompiendo con una tradición tanguera al incorporar complejidades rítmicas, creando un nuevo territorio para expresar la música tradicional de su país que parecía languidecer con otros ritmos extranjeros.

El 11 de marzo recordamos cien años de su natalicio y su música sigue vigente, fascinando a miles y logrando que se cumpla uno de sus tantos anhelos, pues en alguna entrevista Astor Piazzolla manifestó: «Tengo una ilusión: que mi obra se escuche en el 2020. Y en el 3000… A veces estoy seguro, porque la música que hago es diferente.” Pese a que Piazzolla no llegó a componer su ópera tanguera, sin embargo nos deja como legado más de 300 tangos y 50 bandas sonoras. Hoy que nos inundan cientos de géneros musicales con o sin estructura técnica, con letras de corte poético o de escasa calidad literaria, dejémonos seducir por esta maravillosa música y deleitémonos con el alma del bandoneón en cada tango del gran Astor Piazzolla. 

Lucía Margarita Figueroa Robles

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