Somos muchas más

Una mujer o niña es asesinada cada 22 horas en Ecuador, de estos casos en un 78% se utilizaron armas de fuego; entre el 1 de enero y 15 de noviembre de 2025, se registraron 349 casos de feminicidios en el país, según la Asociación Latinoamericana de Desarrollo Alternativo (Aldea), convirtiéndose en el año más violento para las mujeres desde que se lleva el registro (2014), una cifra alarmante que debería preocuparnos como sociedad.

El 25 de noviembre se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ¿qué ha hecho el Estado ecuatoriano para garantizar nuestros derechos a vivir con libertad, justicia y dignidad?, pues más bien el sistema ha propiciado un ambiente de omisión e impunidad, pero aún más alarmante es que los datos reflejan que la violencia de género se agrava y agudiza, vinculada a la crisis de seguridad entre 2024 y 2025.

Aunque la violencia se reproduce de diversas formas y en distintos contextos, reconocer la violencia sistémica es el primer paso que debemos dar como sociedad, entendiendo que de alguna manera somos parte del problema y también de su solución, naturalizar o normalizar estos hechos, nos convierte en cómplices de un sistema fallido.

Desde el pequeño espacio que habitamos, en donde coexistimos con el mundo, podemos marcar la diferencia, con qué valores y principios actuamos, qué prejuicios sociales heredamos, cómo educamos a nuestros hijos, cómo tratamos a otras mujeres, lo que esté bajo nuestro control es un deber hacerlo, porque de lo contrario seguimos siendo parte de ese ciclo de violencia que, solo se puede romper empezando por uno mismo.

Un ejercicio de conciencia es fundamental en este proceso, mirar a otro lado porque no lo vivo o no es cercano a mí, es invisibilizar a cientos de víctimas de feminicidio, cuya voz se apagó, pero su memoria sigue latente; Emilia, María Belén, Karina, Dayana, María Fernanda, Cristina y muchas más, son nombres que no debemos olvidar, son historias truncadas y atrás de ellas, familias que no descansarán hasta encontrar justicia…

Evelyn Andrade Díaz

eandraded@hotmail.com

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