Hoy quiero hablarles de un caso particular de los psicólogos en Ecuador. Todos los profesionales de la salud tenemos que registrar nuestros títulos en la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina (ACESS). Lo cual me parece correcto y es una forma de controlar que quien ejerce tiene los títulos (la formación no sabemos) necesarios para ello.
Creas la cuenta y empiezan las preguntas de rigor; nombre, apellidos, edad, cédula, etc. Hasta aquí todo correcto, luego preguntan por tu sexo, puede ser justificable porque en ciertas situaciones de agresión sexual es importante el sexo del psicólogo.
Las dos siguientes preguntas son las que me preocupan: estado civil y orientación sexual. Son preguntas obligatorias para poder registrar el título en la plataforma. Entonces yo me pregunto en qué influye que yo sea casado, divorciado, soltero, viudo o polígamo en mi calidad como profesional.
Pero lo que ya me parece demencial y hace que piense de qué cueva se escapó el neandertal que pensó que era indispensable saber la orientación sexual del profesional para calificarlo o no como apto para ejercer. Por ejemplo, yo soy psicólogo con 15 años de experiencia, mi orientación sexual es irrelevante.
Tal vez me estoy ofuscando y tiene un sentido que yo no lo veo, pero me irrita profundamente que en pleno siglo XXI estemos todavía con este tipo de cuestiones discriminatorias. Que alguien me lo explique por favor. A mí lo único que me importa es que me curen cuando esté enfermo, su vida personal me trae completamente sin cuidado.
Victoriano Suárez Álvarez
victorianobenigno@gmail.com