Pesar por el deceso de Ana Lucía Jaramillo, funcionaria del Secap

Nació en Sozoranga, del cual fue su soberana. Sus amigos la califican de extraordinario ser humano y, sobre todo, amable.

El sepelio se cumplió el miércoles anterior, luego de la misa de cuerpo presente que se celebró en la iglesia matriz de su cantón natal.
El sepelio se cumplió el miércoles anterior, luego de la misa de cuerpo presente que se celebró en la iglesia matriz de su cantón natal.

El deceso de la funcionaria pública, Ana Lucía Jaramillo Coronel, originó hondo pesar en sus familiares, amigos, allegados y compañeros de trabajo. Su sepelio, en medio del dolor generalizado, se cumplió el miércoles anterior, 13 de octubre de 2021, en Sozoranga, en la provincia de Loja.

Fallece a los 45 años

Anita, como la llamaban sus familiares y amigos, falleció el martes anterior, a los 45 años, dejando una estela de nostalgia, toda vez que su temprana desaparición se produjo de manera repentina. Es que hasta el mismo día de su partida estuvo laborando, vía teletrabajo.

Trabajó desde 2013 hasta el día de su deceso en el Servicio Ecuatoriano de Capacitación Profesional (Secap), donde cumplía la función de analista de Aprendizaje del Centro Múltiple Loja.

Asimismo, laboró por varios años como recepcionista en el diario La Hora-Regional Loja, donde fue muy querida por sus compañeros de trabajo, dado su especial don de gentes y su espíritu solidario y de servicio a los demás.

Fue la mujer más bella de Sozoranga

Ana Lucía Jaramillo Coronel nació en Sozoranga, el 14 de febrero de 1976, fue cachiporrera de su colegio, Señorita Deportes, Reina del cantón y también de la Liga Deportiva Cantonal (LDCS).

“Sobre todo, fue un ser humano con una alegría única, siempre la recordaremos porque su fortaleza fue demasiado grande y nunca olvidaremos la calidad de persona. La recordaremos por siempre y la echaremos de menos”, expresa su amiga también de Sozoranga, Karla Samaniego.

“A Ana Lucía Jaramillo siempre le gustó que la tratáramos de Anita. La conocí hace cinco años como funcionaria del Secap, donde con amabilidad atendía a los usuarios, y generaba una inmediata respuesta, buscando solucionar sus necesidades”, la recuerda el rector del Instituto Superior Tecnológico Loja (ISTL), Richard Eduardo Ruiz Ordóñez.

‘Una mujer valiente’

Dice que con gran profesionalismo y empeño cumplía sus funciones como servidora pública y “su legado de trabajo y entrega permanece en nuestros corazones. Anita fue una mujer valiente que, aunque la vida se le puso en su contra, le hizo frente”, precisa el educador lojano.

VOZ

“Hay personas que no mueren, solo se van lejos. Hasta pronto, Anita”,

Richard Eduardo Ruiz Ordóñez, rector del ISTL.