Inició como una ligera confusión entre lo efímero y lo real, y el inconsciente lo asimiló de forma natural convirtiendo a una mentira permanente en una verdad irrevocable.
Me refiero a las taras de la historia que han marcado el rumbo de la humanidad y confluyeron en lo que hoy somos. Hace más de 70 años el mundo colapsó en una guerra mundial que arrinconó a una población entera al exterminio y a la deshumanización.
El Fascismo, que es una tendencia totalitarista y autoritaria, y que cimenta las bases de la actual Derecha tradicional, ocasionó lo que hoy recordamos como el Holocausto o la solución final; tal vez la muestra más cruda de la barbarie humana en tiempos de “democracia”, donde no solo aniquilaron a judíos, sino a negros, discapacitados, homosexuales, y todo lo que no dictamina el Status Quo.
Pero la tendencia se replicó y fortaleció muchos regímenes a lo ancho del mundo. Y volvió a pasar los genocidios de Ruanda y Uganda, en las dictaduras Sudamericanas de Chile y Argentina, o en los gobiernos totalitaristas de Centroamérica. Y hoy 70 años después nuevamente empieza a resurgir, abanderados con el horror de Palestina y la efervescencia bélica del MAGA, la derecha más fatigante y clasista se toma algunos países.
Pero para ese inusitado éxito popular y electoral no ha sido necesario más que, algunos rostros de tiktok y unos cuantos discursos cargados de alienación, odio y fundamentalismo, además de algunas mentiras repetidas hasta la saciedad.
Frente a ello la disociación retórica de la izquierda y una moral incuestionable, pierden cualquier opción en los sectores obreros de clase media y baja que se suponía era el apoyo tradicional de la izquierda. Los referente se van terminando y con ellos las opciones de cambio.
En un mundo cada vez más inmediatista, individualista y consumista que te orilla a creer en gobiernos de derecha, actuar en colectivo y pensar diferente siempre será una afrenta, sin olvidar que la sangre es roja y el corazón siempre está a la izquierda.
Jorge Ochoa Astudillo
jorge8astudillo@gmail.com