En la actualidad, la circulación de noticias falsas, rumores y desinformación se han convertido en la principal amenaza para la democracia y la normal convivencia social. Las investigaciones desarrolladas con el Grupo de Investigación Comunicación, Educación y Tecnología” de la UTPL, en torno a la Alfabetización Mediática e Informacional (AMI) permiten entender que no se trata únicamente de un problema tecnológico o comunicacional, sino de una cuestión estructural que afecta a la capacidad ciudadana para ejercer un pensamiento crítico frente a los mensajes difundidos en las plataformas digitales.
El Ecuador vive una de crisis política, de inseguridad y una marcada polarización social. En ese contexto la falta de competencias mediáticas expone a la población a caer en narrativas manipuladas, discursos de odio y campañas de desinformación que buscan debilitar instituciones, lesionar a las comunidades y condicionar decisiones colectivas para beneficio de los poderes de turno. La AMI, entendida como la capacidad de acceder, analizar, evaluar, crear y difundir información de manera ética y responsable, se convierte en un escudo fundamental frente a este escenario.
El Ecuador necesita con urgencia impulsar políticas públicas, proyectos educativos y acciones comunitarias que promuevan la formación ciudadana en competencias mediáticas e informacionales. Nuestra sociedad no puede seguir siendo vulnerable frente a mensajes que circulan sin filtros en redes sociales, ni puede permitir que la mentira se instale como verdad en la opinión pública.
La alfabetización mediática e informacional, no es un lujo académico, tampoco un privilegio de unos cuantos, es una necesidad vital para salvaguardar la democracia, proteger la paz social y garantizar que la ciudadanía tome decisiones informadas. Apostar por la AMI es apostar por un Ecuador más consciente, crítico y resiliente frente a la manipulación mediática.
Eduardo Loaiza Lima
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