En la actualidad, quienes dominan la comunicación y el entretenimiento digital controlan el comportamiento de las masas a su antojo. Estos «extraños» pueden desconcertar o incitar a actos irreflexivos a quienes viven ajenos a la realidad. Las redes nos incitan a vivir a través de eventos que despiertan emociones, empatías y pasiones, en un marcado contraste con la vida real. Donde el morbo y la inercia de la diversión inconsciente toman forma y se posicionas sin distinciones en etnia, edad, ni religión, localidad, para quienes están inmersos en este universo.
Más, existe una diferencia: una que evidencia el subdesarrollo y la falta de compromiso para afrontar los problemas estructurales que laceran la estabilidad de la sociedad ecuatoriana. Es inadmisible creer que un evento fugaz pueda marcar y fortalecer nuestra identidad. Esta identidad que se forja y construye con el tiempo, basada en los logros de hombres y mujeres valerosos que nos han dado luz y guía, llenándonos de orgullo, tanto a los ecuatorianos como a los lojanos.
El problema radica en que quienes desean el poder o forman parte del mismo, buscan seguidores en su festín, cooptando consumidores de lo superfluo y lo banal. En este escenario de falsedad, la presencia mediática y un argumento débil vale más que una propuesta seria que requiere tiempo y análisis para el debate crítico.
Este es un llamado para todos: si la algarabía y la diversión son lo único que importa, el poco progreso logrado quedará en el olvido, y seremos arrastrados por administraciones prepotentes y mediocres que se aprovechan de una sociedad ciega, aprisionada por la tecnología y la venta de información basura.
¡Abramos los ojos! Unamos voluntades para reclamar, marchar y exigir con presencia y activismo nuestros derechos, lo que nos pertenece. Te invito a debatir y dialogar con fundamento, proponiendo ideas pertinentes para la creación y fortalecimiento de un plan que Loja hoy necesita como nunca antes.
Paúl Cueva Luzuriaga
paulscueva@hotmail.com