Es nieto de ‘Shejo’ Romero, fallecido hace 40 años en un accidente aviatorio. Fue al lugar de la tragedia. Allí aún hay restos de la aeronave.

Una fuerza especial -casi sobrenatural- llevó al lojano Sergio ‘Shejo’ Coronel Romero, venciendo la tupida maleza, el frío, la neblina y precipicios de vértigo, al lugar exacto, donde, el 1 de septiembre de 1982, tras un accidente de aviación, falleciera su abuelo, el recordado capitán Sergio ‘Shejo’ Ernesto Romero Witt, a los 41 años.
Una conversación, en diciembre pasado
Todo empezó en diciembre de 2021 cuando ‘Shejo’, de 27 años y padre de dos hijos, conversó con su abuelita, hoy fallecida, María Rosa Jarre Minuche, esposa del capitán, sobre la tragedia y cómo ningún miembro de la familia Romero-Jarre había ido al lugar y lo que se conoce es por fotografías captadas por ciudadanos que, esporádicamente, optaron por ir a la montaña y registrar los vestigios del accidente.
Desde ese mes, una idea se fijó en la mente de ‘Shejo’: ir al cerro. Es que también, en esa charla, prometió a su abuelita que escalaría, oferta que se consolidó luego de su fallecimiento, en abril de 2022. Entonces, empezaron los preparativos y el día propicio sería el domingo 28 de agosto de 2022, días antes de conmemorarse 40 años del percance de aviación.
¿Qué pasó el 1 de septiembre de 1982?
A eso de las 16:00 del 1 de septiembre de 1982, el avión, un DHC-4 Caribú, de Aerolíneas Cóndor, fundada por el propio ‘Shejo’ Romero, se accidentó en la zona de Valladolid, en Zamora Chinchipe. Cubría la ruta Zumba-Catamayo. Allí perecieron 44 personas: 41 pasajeros y tres miembros de la tripulación.
En esa época, no llegaba una vía carrozable a Zumba y la única manera de entrar y salir era a lomo de acémila, empleando en el trayecto varios días, por tanto, el servicio aéreo se tornó indispensable y fue la visión y don de servicio, antes que lucro, del aviador comercial, ‘Shejo’ Romero, dedicado a esa actividad desde los 16 años, que lo llevó a fundar la empresa Cóndor, la primera que surcaba los cielos del sur del país.
Sin embargo, la naturaleza se ensañó contra las 44 personas, cuyos recuerdos quedaron en esa montaña, ubicada a 2.600 msnm y 4,48°S,79,17°W de coordenadas que señalan el sitio exacto donde se produjo el fatal accidente hace cuatro décadas y a 15 kilómetros antes de llegar a Valladolid.
Hacia la montaña
Llegó el ansiado día fijado por ‘Shejo’ Coronel para ir en busca del sitio donde su abuelo perdió la vida a sus tempranos 41 años, dejando a sus cuatro hijos en la orfandad y a una esposa sumida en el dolor de haber perdido a un cariñoso hombre, amante del trabajo y del servicio a los sectores menos favorecidos por la sociedad.
A las 06:00 del domingo 28 de agosto salió desde Loja rumbo hacia el objetivo. A las 08:00 llegó a la Quebrada de los Muertos, llamada así tras el accidente aviatorio de hace 40 años. Acompañado por el guía, Jamil Ramón, oriundo de Valladolid, empezó a trepar. Le esperaban cuatro horas de dura caminata.
Poco a poco, el cansancio iba minando el estado físico de ‘Shejo’, sin embargo, una fuerza interior lo impulsaba a seguir hacia su meta: el sitio de la tragedia. Allí encontró las partes del Caribú, de fabricación canadiense y traído del lejano Tanzania, en África Oriental. El fuselaje, el ala y la cola casi completa aún, que vienen a representar unas tres cuartas partes de la aeronave, algunas de ellas enclavadas en la peña, se vieron claramente ese mediodía.
Sueña sin conocer al abuelo
A las 12:29 llegó y lejos de originarle el sitio miedo, más bien le suscitó una paz interior, una sensación indescriptible, como si sus abuelos: ‘Shejo’ Ernesto y María Rosa lo esperaran en ese sitio, mudo testigo del siniestro de esa sombría y fría tarde del 1 de septiembre.
“Durante toda mi vida, a pesar de no conocerlo, lo he soñado, lo he sentido y me ha acompañado en algunas cosas y al momento de estar allí (en la montaña) sentía que mi abuelo y mi abuela me tomaban de los hombros”, confiesa emocionadamente ‘Shejo’, quien permaneció aproximadamente una hora para luego empezar el descenso, arribando a eso de las 16:30, a la Quebrada de Los Muertos.
‘Shejo’ Coronel dice que el viaje lo hizo para honrar a sus dos abuelos, a su familia y que, aplicando su profesión de videógrafo, con el material recolectado elaborará un documental, para mostrar al mundo, a través “de mis ojos la historia y la vida de ‘Shejo Romero’.
Se tatuó las coordenadas de la tragedia
A los pocos días de su expedición a Valladolid, ‘Shejo’ decidió escribir en uno de sus brazos con tinta indeleble las coordenadas del lugar donde ocurrió el accidente: 4,48°S,79,17°W y hacia el cual no descarta regresar para reencontrarse con la montaña, donde su abuelo dejó su vida misma, en cumplimiento de su noble profesión que la abrazó siendo aún adolescente.
DÍGITO
Valladolid se encuentra a 1.700 msnm.
VOZ
“Viajé al lugar para honrar a mis dos abuelos y a mi familia…”,
‘Shejo’ Coronel Romero, nieto del capitán
¿Quién es ‘Shejo’ Coronel Romero?
Tiene 27 años y es padre de dos hijos: el también ‘Shejo’, de cuatro años y María Clara, de dos.
Es gerente de una agencia publicitaria. Es videógrafo, fotógrafo, mezclador, productor musical, organizador de eventos.
Me es muy grato saber de Usted. Soy una charapanita, qué cuándo sucedió esta tragedia contaba con 13 años. Puedo d
ecirle que jamás olvidaré éste percance.Mi pueblo sumido en el dolor y la desesperación porqué fue muy difícil encontrarlos Y lo más penoso aún vino después Porqué no podían reconocerlos.
Mi eterna gratitud al Capitán Sergio Romero Witt. Porqué fue el único piloto qué se interesó por mi tierra tan lejana y tan mal atendida. Mi RESPETO por siempre. Fue muy lamentable su pérdida, porqué con su muerte también murió el servicio de transporte aéreo para mi querida tierra.
Hermosa historia y relato de un piloto héroe y sus personajes que fallecieron en ese accidente, lo bueno q aún conservan sus partes del avión , es bueno construirla como un tanatoturismo por ese siniestro en ese lugar, lógico respetándose y brindando honor a sus fallecidos.
Me gustaría ir a conocer visitar ahí,, soy un guía de turistas me encantaría conocerlo… un abrazo desde sucua Morona Santiago, saludos.