¿Qué viene luego de la consulta?

‎Diez días de silencio tuvieron que pasar para que Noboa se despabile de la derrota electoral y abra la boca, aunque luego siga programando viajes personales.

‎‎La victoria del NO, en 23 de las 24 provincias, en 202 de los 222 cantones del país, con una diferencia de 2,4 millones de votos, se convirtió en un «plebiscito» contra el autoritarismo, la incapacidad de gestión, las mentiras burdas y la política neoliberal de Noboa. Los protagonistas de esta victoria son los trabajadores, pueblos y nacionalidades indígenas, las organizaciones sociales y gremiales, la tendencia democrática y de izquierda, que, desde ya, levantan las voces y puños para que se respeten los resultados de la consulta y para demandar del gobierno seguridad y empleo, así como más presupuesto para la educación, salud y seguridad social antes que para pagar los intereses de la impagable deuda externa. Es decir, los niveles de organización y resistencia popular están activados y pugnan por conseguir mejores condiciones de vida frente a los apetitos voraces fondomonetaristas.

‎‎Empero, Noboa dijo «nosotros hicimos nuestro trabajo de consultar al pueblo y la gente dio su respuesta, ahora nosotros seguiremos trabajando para hacer las reformas y los cambios que se deben hacer de todas formas (…)». Es decir, se gastaron en vano 60 millones de dólares para que prime el «capricho de niño rico».

‎‎Luego, durante la ceremonia de posesión del nuevo alto militar, dijo «cualquiera que ose atacar o menospreciar a las Fuerzas Armadas tendrá que enfrentarse conmigo primero». ¿Por qué mete las manos al fuego por las FFAA cuando el pueblo tiene fresquito el dolor por el asesinato de los cuatro niños de las Malvinas y de Efraín, Rosa y José durante el paro nacional indígena?  Es obvio que el presidente ya no cuenta con el respaldo popular y tal vez por eso busca apoyar la impunidad a cambio de su permanencia en el sillón presidencial.

‎Es definitiva, Noboa persistirá en su proyecto neoliberal al servicio del FMI por la vía que sea, y el pueblo organizado y desencantado hará respetar su voluntad y derechos.

Remo Cornejo Luque

‎cornejoremo75@gmail.com

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