Es un acto democrático salir a manifestarse, a protestar, está protegido por la Constitución y los Tratados Internacionales. Vamos a las calles a expresar públicamente nuestra opinión, a reclamar de manera pacífica, hacemos marchas, salimos con pancartas, consignas, plantones, demostramos inconformidad. Lo importante es no vulnerar los derechos de otros; pero, si se vuelve un acto violento de manera física o verbal contra personas, bienes o autoridades, golpear, lanzar objetos, incendiar, destruir infraestructura, estamos hablando de infracciones, de delitos y congregados y aupados por alguna organización es considerado un acto terrorista.
Así que la gente que adoctrina a la juventud a salir a hacer desmanes es la autora intelectual de estos hechos; lo otro, las manifestaciones pacíficas son aplaudidas y bienvenidas.
Ahora entre las manifestaciones estamos en campaña y otra vez a votar, cambiar esta Constitución nefasta, mal redactada desde su primer artículo, pero a mí me huele que se quieren repartir el país y que queden inmunes los actos delincuenciales tanto de los unos como de los otros, la política se ha vuelto eso, donde roban y se hacen ricos y se van a vivir en paraísos europeos y tropicales.
Nos toca decidir el mal menor otra vez, para corregir lo mal hecho y así mismo otra vez corregiremos este nuevo error.
Loja, no da más, se vive del diagnóstico y no se resuelve nada, para variar es un saludo a la bandera.
Ricardo Guamán Araujo
X: @EMDLS