Ni Consulta, ni consulto

El país asistió a otra pantomima política: una nueva consulta popular. Un costoso circo de payasos que nos quieren vender como un ejercicio de democracia, cuando lo que realmente es esta consulta es una farsa que subraya la inutilidad de una clase política que prefiere el show al trabajo. Es el cinismo revestido de urna…

Hay una frase rotunda y sabia que diría mi madre a nuestro “amado líder”: «Ni consulta, ni consulto. ¡Ponte a hacer lo que le mandé!»  Para combatir la crisis de seguridad o la inoperancia judicial no se necesita un referéndum. Se necesita gestión eficiente, recursos bien dirigidos y trabajo real. Gastar $60 millones o más en legitimar la obviedad es una irresponsabilidad fiscal que insulta a un Ecuador desangrado y con hospitales colapsados. Es un despilfarro inadmisible.

Dejen de jugar a la delegación de culpas. La consulta es el atajo de quienes temen tomar decisiones impopulares. Asambleístas y ministros: la seguridad se resuelve con inteligencia policial, depuración interna y cero tolerancia a la corrupción, no con preguntas ambiguas en una papeleta. Dejen de manipular la agenda pública con distracciones. El liderazgo exige valor, no la búsqueda constante de legitimación a través de un mecanismo que vacía de contenido la verdadera labor ejecutiva.

A la vista de los resultados no hay lugar para interpretaciones, el mensaje es claro, directo y sin adornos dirigido al Ejecutivo y a todo el aparato estatal, la sociedad les exige dejar la pereza política. ¡Pónganse a trabajar y déjense de pendejadas! La paciencia se agotó.

Victoriano B. Suárez Á.

victorianobenigno@gmail.com

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