40 vivieron un drama. Fueron estafados por un profesional y traficantes de tierras. Edil dice que municipios están en deuda.

Los asentamientos humanos son una realidad en Ecuador, cuyo origen se dio en la década de los años 60, como producto de la migración del sector rural a las grandes ciudades. Loja no escapó a este fenómeno social y de allí que la urbe se pobló de estas agrupaciones, formándose, entonces, los barrios urbano-marginales.
Aparecen los traficantes de tierras
La gente, empujada por la necesidad de tener su lote de terreno, a decir de Fulvio Bautista Cuenca, presidente del asentamiento San Francisco, de Colinas Lojanas, por el sector Chontacruz, al occidente de la ciudad y cantón Loja, cayó en manos de los denominados “traficantes de tierras, que compraban varias hectáreas y luego las subdividían, en complicidad de ciertos funcionarios municipales de la época, para venderlas”.
El modo de operación se dio con resultados favorables para ciertos personajes hasta la década de los años 90, cuando, según el dirigente, las leyes cambiaron y el Municipio ya no dio más paso a los asentamientos, lo cual hizo que la gente que compró no pueda acceder a sus escrituras públicas, sino a un documento de derechos y acciones, que no es legal, pese a que el Ayuntamiento cobra los impuestos.
El asentamiento San Francisco también fue víctima de los traficantes de tierras. 40 personas adquirieron su propiedad y se les dio un documento que fue notariado y el Municipio empezó a cobrar impuestos.
“Con esto creímos haber tenido escrituras, pero en 2008, aproximadamente, los moradores del asentamiento hicimos gestiones para solicitar un crédito para levantar viviendas, pero allí se nos dijo que no éramos los legítimos dueños, sino que únicamente teníamos derechos y acciones, es decir, éramos propietarios de nombre, nada más…”, cuenta.
Acudieron donde un abogado
Fulvio Bautista dice que, ante esto, acudieron donde un profesional del Derecho que “nos sacó la plata, igual que un sombrero a un ebrio porque le entregamos alrededor de tres mil dólares, sin embargo, no hubo escrituras públicas”.
Acota que en 2014 encabezó a los 40 perjudicados del asentamiento y acudió al Municipio, donde le dijeron que el abogado jamás presentó un papel allí. “Por eso es necesario que la comunidad se entere que en la ciudad de Loja hay alrededor de 60 asentamientos, cuyas personas no cuentan con escrituras, sino únicamente derechos y acciones”.
Ventajosamente, a decir del dirigente del asentamiento, fue aprobado el Código de Ordenamiento Territorial (Cootad) que faculta a los municipios legalizar las tierras, previo al cumplimiento de requisitos.
Con esta Ley, los 40 habitantes creyeron que sus problemas habían concluido y que tendrían las escrituras, sin embargo, un funcionario del Municipio de Loja fue al asentamiento y tras observar concluyó que el espacio no era urbanizable porque hay fallas geológicas, con eso se cerraban las puertas definitivamente.
La respuesta del empleado municipal fue refutada por un geólogo particular, contratado por el asentamiento, quien técnicamente le demostró que el espacio carecía de fallas geológicas y que era urbanizable.
‘Empieza un nuevo calvario’
Con los estudios, según informa Fulvio Bautista, regresaron al Municipio, pero inició “un nuevo calvario con informe tras informe, presentamos papeles, luego los rechazaban y para darnos resultados tardaban alrededor de tres, cinco y hasta seis meses casi con el fin de desanimarnos”.
Hasta que el 1 de octubre de 2020, el Cabildo aprobó legalmente este asentamiento, cuyos moradores están a punto de obtener las escrituras públicas. El presidente destaca la apertura del exalcalde, José Bolívar Castillo, quien le dio impulso al proceso que, finalmente, hace pocos días, dieron luz verde los concejales.
La consecución del objetivo se dio tras seis años de continuas gestiones en la Municipalidad y 31 años después de haber comprado los terrenos en ese sector. El presidente exhorta al resto de asentamientos a legalizarse y que, en ese sentido, está listo para brindar una asesoría. Su idea es que alcancen la propiedad absoluta de esos bienes. Los contactos 0993535680 y 2574638 los pone al alcance de la ciudadanía, de Loja, ciudad y provincia, incluso de Zamora Chinchipe.
“Es el primer asentamiento que se acogió a la Ley del Cootad”, precisa, al tiempo dice que alcanzar este objetivo es cuestión de perseverancia, que finalmente lleva a plasmar el fin. Las escrituras fueron inscritas ya en la Registraduría de la Propiedad para, luego de la elaboración de las claves catastrales, entregarlas a los 40 propietarios.
Ordenanza de adjudicación
El concejal, Darío Loja Reyes, recuerda que en 2014 lideró un proyecto de ordenanza de participación y adjudicación de predios en el cantón Loja, con el cual a la fecha se han regulado cuatro asentamientos informales, incluso el Cabildo, en marzo de 2019, crea una ordenanza para regular por medio de la figura de declaratoria de utilidad pública.
“Este es un tema prioritario y las municipalidades están en deuda con la ciudadanía”, dice el edil, al tiempo informa que el Cabildo, hace unas tres semanas, aprobó una primera parte del proceso de regulación de las etapas uno y dos del Tejar de Jericó.
Respecto a los alrededor de 60 asentamientos que, al momento, están como informales, Darío Loja dice que es necesario que se legalicen, cumpliendo con los requisitos que establece la normativa vigente. Dice que se pone a las órdenes de los dirigentes y la ciudadanía para poder orientar en este aspecto.
Asimismo, informa que el Cabildo está por dar luz verde al plan de desarrollo y ordenamiento territorial, y al plan de uso y gestión del suelo. Esto contribuirá también a que los asentamientos se regulen y “que la gente tenga una mejor calidad de vida”.
CLAVE
Se indica que en Loja hay alrededor de 60 asentamientos humanos que se encuentran de manera informal.
DÍGITO
40 personas están a punto de recibir sus escrituras públicas.