Todo un continente idiotizado

Han trascurrido 528 años desde la llegada de los españoles al nuevo mundo, mucho se afirma que este suceso trajo luz a América. Es innegable que en toda civilización el sincretismo es positivo a la evolución de su cultura. Lo paradójico en el nuevo continente, es que a pesar del tiempo transcurrido el látigo español pudo más que el conocimiento y esa sinergia entre las dos razas, no contribuyo en nada a mejorar el aspecto intelectual del nuevo mestizaje en la tierra conquistada.

Este acontecimiento sin duda acerco Europa a América. Sin olvidar que por ese entonces Europa atravesaba una de las mayores crisis sociales, económicas y políticas de su historia. Por otro lado, no es que la tripulación de La Pinta, La Niña y La Santa María, ofrecieran intelectualidad a favor del mestizaje, ya que los pueblos conquistados tenían un amplio conocimiento y organización social. 

Es importante citar, que, aunque hayan transcurrido tantos años, todavía el letargo impuesto por el látigo nos mantiene dependientes: intelectual, política, económica y socialmente de naciones más desarrolladas que las nuestras, es decir, no hemos aprendido las lecciones.

Tenemos democracia con libertad y queremos sucumbir a la dominación; somos naciones ricas y solo en unos pocos años nos transforman en cloacas; nos identificamos con los derechos humanos y violentamos la libertad individual; carecemos de ideología y formación política por eso somos presa fácil de la demagogia y el populismo.

Tomare las palabras de Vladimir Lenin, como referente que en América Latina el mundo no ha cambiado, “Usaremos a los idiotas útiles en el frente de batalla, incrementaremos el odio de clases. Destruiremos su base moral, la familia y la espiritualidad. Comerán las migajas que caerán de nuestras mesas. El estado será Dios”