La playa no es solo agua y arena, sol y glamour; ni la política tampoco es únicamente blandir la bandera, arengar un eslogan o el nombre del candidato; o quizá, pintarrajear paredes, colocar afiches o peor aún, trabajar por un puesto burocrático.
No Pancho Pueblo, la política es la construcción de un proceso ideológico con el cual iremos a fortalecer un proyecto político o quizá reconstruir una sociedad que ha perdido la esperanza y el horizonte de la felicidad.
La política partidista es involucrarse diariamente en su ideología, en sus principios, en su ideario partidista, en discernir la visión y misión sustentada en valores éticos, humanos, sociológicos y antropológicos.
No es la barca a la orilla del mar, ni la sombra que se proyecta en la arena, lo que busca un turista en el ocaso del día… es el todo de una playa que abriga, que enamora; así también, el quehacer político es mucho más que una elección, es aterrizar la doctrina del partido… en la construcción de una política pública que responda al interés de las grandes mayorías.
¿Cuánto tenemos de esto en este proceso electoral? Quizá poco, quizá nada; simplemente la gran mayoría son candidatos invitados, unos pagados, otros forzados y un largo etcétera de justificaciones que determinan que la política es un medio para ganar poder y desde ahí servirse para sus intereses y nada más. Esta es la realidad que tenemos, la triste realidad que vivimos; para que esto cambie le deseamos: …buen viento …y buena mar.
No Pancho Pueblo, la política es la construcción de un proceso ideológico con el cual iremos a fortalecer un proyecto político o quizá reconstruir una sociedad que ha perdido la esperanza y el horizonte de la felicidad.
La política partidista es involucrarse diariamente en su ideología, en sus principios, en su ideario partidista, en discernir la visión y misión sustentada en valores éticos, humanos, sociológicos y antropológicos.
No es la barca a la orilla del mar, ni la sombra que se proyecta en la arena, lo que busca un turista en el ocaso del día… es el todo de una playa que abriga, que enamora; así también, el quehacer político es mucho más que una elección, es aterrizar la doctrina del partido… en la construcción de una política pública que responda al interés de las grandes mayorías.
¿Cuánto tenemos de esto en este proceso electoral? Quizá poco, quizá nada; simplemente la gran mayoría son candidatos invitados, unos pagados, otros forzados y un largo etcétera de justificaciones que determinan que la política es un medio para ganar poder y desde ahí servirse para sus intereses y nada más. Esta es la realidad que tenemos, la triste realidad que vivimos; para que esto cambie le deseamos: …buen viento …y buena mar.