Estamos a muy poco de una nueva aventura política, llena de ‘expectativas’ y con la intriga de escuchar por parte de los candidatos las ofrendas para el bienestar de nuestro país.
Nuevamente viviremos un caos político, me refiero a las campañas de camisetas, gorras y algarabía en las calles de la ciudad, llena de discursos ofreciendo lo que se puede y lo que no. De seguro escucharemos ofreciendo pan a los necesitados, empleo a los jóvenes desempleados y un techo a las familias ecuatorianas. No está nada mal, pero esperemos que las promesas se cumplan. Los ciudadanos recibiremos todo artículo promocional de campaña, seamos o no partidarios del candidato, del partido o del movimiento político.
Ahora vemos candidatos jóvenes (en su mayoría) pero acompañados de los mismos de siempre, que no sabemos si serán o estarán destinados a usar las mismas frases o propuestas de toda la vida: “Mejorar la educación”, “Debemos darles un mejor futuro a nuestros hijos”, “Los jóvenes ya no son futuro son el presente de la patria” “Le ganaremos a la pobreza” “Fortalecer el campo de la salud”, etc.
A veces pienso que la manera de ser campaña política no ha cambiado y el fondo también es la mismo; vendrá la música, el colorido, las banderas, propuestas que casi nadie las lee y por ahí una que otra sorpresa. También, las campañas sucias, las redes sociales siendo el medio de discusión, noticias falsas todos los días y por ahí un mensaje de esperanza, pero; ciudadanos, preparémonos para nuevamente escuchar: ‘Pan, Techo y Empleo’.