
La campaña está en la cúspide con propuestas basadas en temas coyunturales como la inseguridad, el desempleo, educación y salud. Pero, hasta qué punto los candidatos pueden acusar favorable el atender problemáticas que se encuentran arraigadas y que son difícil de extirpar de la sociedad ecuatoriana en un periodo corto de tiempo.
Si analizamos desde lo ideológico, es cierto González tiene un respaldo de una estructura fuerte que se ha mantenido desde el inicio de su ex presidente (ahora en el exilio) con una propuesta de izquierda que al final a lacerado a todos los ecuatorianos, con comportamientos y propuestas populistas, de confrontación, conmoción y debilitamiento de la institucionalidad.
Por su parte Noboa es una figura nueva con una debilidad en su proceder ideológico y de estructura que aún no se encuentra expuesta de forma pragmática, pero que como todo proceso se irá conocimiento y evidenciando. Los primeros se arraigan a su figura principal y tras de ellos el de continuar con su plan, con mensajes de revanchismo que repercuten en la estabilidad del pueblo ecuatoriano, por otra parte, Noboa no se presenta como un anticorreismo sino que su mensaje aúna esfuerzos que convoca a todos aquellos que creen en una propuesta diferente dando lugar a la participación de sectores que en un principio no tomaban postura alguna. Ahora, debemos preguntarnos si los candidatos cumplen con dar respuestas de si ¿están observando y generando una agenda de gobierno que responda a demandas estructurales?, ¿la política pública y la búsqueda de articularla con los otros poderes es propicia?, ¿se ha pronunciado alguno en aplicar mecanismos donde la sociedad vote para reestructurar profundamente el estado?, y con ello oxigenar y enrumbar el comportamiento de una Asamblea, Consejo de Participación Ciudadana y Consejo de la Judicatura. La decisión está en Usted verificando quien responde lo expuesto, pero también observando el comportamiento de la sociedad que en su máxima busca un cambio, nuevas propuestas y oxigenación de la política con nuevas posturas.
Paúl Cueva Luzuriaga