El 13 de febrero de 1981, cuando el dictador Fidel Castro gobernaba la Isla de Cuba, y estaba de canciller en nuestro país Alfonso Barrera Valverde, Ecuador tenía su Embajada en Cuba y en aquel entonces Rómulo Delgado, su esposa y sus hijos menores de edad y otros familiares de origen cubano, disidentes de la dictadura castrista, ingresaron a nuestra sede diplomática con el fin de pedir asilo político, en esta parte vale mencionar y aclarar que Delgado y sus familiares no tenían procesos judiciales, ni sentencias ejecutoriadas en procesos penales, y además no eran prófugos de la Justicia, sino exclusivamente perseguidos políticos del gobierno castrista de aquel entonces y pretendían pedir asilo y protección contra el régimen comunista.
Pasaron siete días de conversaciones diplomáticas entre personal de nuestra Embajada y la cancillería cubana, lo cual concluyó con la concesión del asilo a la familia Delgado, que se encontraba en el interior de nuestra Embajada. Sorpresivamente tropas de Cuba, fuertemente armadas, cortaron los servicios básicos de nuestra Embajada, para luego asaltar la sede diplomática de Ecuador en Cuba y proceder a aprehender a todos los asilados y llevárselos con rumbo desconocido.
Ese fue un verdadero acto de barbarie y una violación flagrante a todos los convenios y acuerdos internacionales, sobre todo al convenio de Viena publicado en el registro oficial Nro. 376 del 18 de noviembre de 1964, empero, la comunidad internacional y los países miembros suscriptores del acuerdo de inviolabilidad de la soberanía de los países miembros, guardaron prudente silencio cómplice.
En síntesis, no podemos hablar que la irrupción de Ecuador a la Embajada de México es algo que nunca se ha visto, o nunca ha pasado y que es la primera vez que Ecuador rompe las reglas internacionales con México, no es así, ya hemos demostrado lo que ocurrió con nuestra Embajada en Cuba.
Luis Muñoz Muñoz